Hidrología en Suprema Corte . 67491 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . . 69518, 519, 520 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . . 70751 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 . 41 . 42 . 43 . 44 . 45 . 46 . 47 . 48 . . 71368 . 50 . 51 . 52 . 53 . 54 . . 71413 . 55 . 56 . 57 . 58 . 59 60 . . 71445 . 55 . 56 . 57 . 58 . 59 . . 71516 . 60 . 61 . 62 . 63 . 64 . 65 . . 71520 . 66 . 67 . 68 . 69 . 70 . . 71521 . 71 . 72 . 73 . 74 . 75 . . 71542 . 76 . 77 . 78 . . 71614 . 79 . 80 . 81 . . 71615 . 82 . 83 . 84 . 85 . 86 . . 71616 . 87 . 88 . 89 . 90 . 91 . . 71617 . 92 . 93 . 94 . 95 . 96 . . 71618 . 97 . 98 . 99 . . 71619 . 100 . 101 . 102 . . 71413 . 103 . 104 . 105 . 106 . 107 . . 71743 . 108 . 109 . 110 . . 71808 . 111 . 112 . 113 . 114 . 115 . . 71848 . 116 . 117 . 118 . 119 . 120 . . 71857 . 121 . 122 . 123 . 124 . 125 . . 71908 . 126 . 127 . 128 . 129 . 130 . 131 . . 71951 . 132 . 133 . 134 . 135 . . 71936 . 136 . 137 . 138 . 139 . 140 . . 72048 . 141 . 142 . 143 . 144 . 145 . . 72049 . 146 . 147 . 148 . 149 . 150 . . 72089 . 151 . 152 . 153 . 154 . 155 . 156 . . 72404 . 157 . 158 . 159 . 160 . . 72405 . 161 . 162 . 163 . 164 . . 72406 . 165 . 166 . 167 . 168 . 169 . . 72512 . 170 . 171 . 172 . 173 . 174 . 175 . 176 . 177 . 178 . 179 . 180 . 181 . 182 . 183 . 184 . 185 . . 72592 . 186 . 187 . 188 . 189 . 190 . . 72832 . 191 . 192 . 193 . 194 . 195 . . 72994 . 196 . 197 . 198 . 199 . 200 . . 73038 . 201 . 202 . 203 . 204 . 205 . . 73114 . 206 . 207 . 208 . 209 . 210 . . 73147 . 211. 212 . 213 . 214 . 215 . . 73406 . 216 . 217 . 218 . 219 , 220 . 45090 CABA . 221 . 222 . 223. 224 . 225 . 226 . 227 . 228. 229 . 230 . . 45232 CABA . 231 . 232 . 233 . 234 . 235 . 236 . 237 . 238 . 239 . 240 . 16191 CABA . 241 . 242 . 243 . 244 .245 . . CCF4817 . 246 . 247 . 248 . 249 . 250 . . CSJN . 251 . 252 . 253 . 254 . 255 . 256 . 257 . 258 . 259 . 260 . 261 . 262 . 262 . 264 . 265 . . 35889 patrimonios rurales 266 . 267 . 268 . 269 . 270 . 271 . 272 . 273 . 274 . 275 . 276 . 277 . 278 . 279 . 280 . . hidrolinea . . código 1 . 2 . . cartadoc fiscalFed . . cartadoc JuzgFed . . Cartadoc Scioli . . Cartadoc Massa . . acceso al habitat . . nuevo paradigma 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . esacasoelagua . . interlocucion 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . . . dragados . . tolosa 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Ley 25688 . 1 . 2 . . discurso . . Ley particular . . decreto1069 . . ocsa . . dominios públicos . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . index .

Estos 5 HTML sobre nuevos paradigmas han sido aplicados a la ampliación de las causas I 71521, 71542, 71618 y 71619 en SCJPBA

Enlaces termodinámicos en el sistema playas

Fenomenología termodinámica de sistemas naturales abiertos

Requiem de la ciencia hidráulica cantado desde fenomenología

Respecto del nivel científico de esta presentación está claro que esto no tiene ningún nivel científico; tan claro como que tampoco la ciencia tiene respuestas para estos problemas. Nunca los tuvo y por eso las playas, cuanto más planteos ingenieriles realizan, más arenas se dan a fugar. Ver trabajo de Obras de Defensa de Marcomimi, López

"Un paradigma en trámites de constelación suele reemplazar a reglas explícitas, como base para la solución de muchos rompecabezas remanentes de la ciencia normal".

Por ello, no olvidar que el nivel de esta mirada es FENOMENOLOGICO; que si entra algo al alma lo hace por los sentidos y NO por la razón. Un fenómeno es algo que es dable alcance sin saber a cualquier persona; lo ve, lo sorprende y a poco, ese mismo espíritu que plantó el fenómeno, ayuda a en la marcha a conceptualización. Este es el camino de toda fenomenología.

Para que llegue a ser ciencia tienen que estar estos fenómenos en condiciones de entrar en un laboratorio y ser cortados en pedacitos, que luego intentarán ser puestos de nuevo en su lugar mediante procesos que buscan asegurarse, congelarse mediante modelación matemática, en la esperanza de probar su utilidad tras hacerlos funcionar como si estuvieran enteros.

La palabra ciencia reconoce relación primaria con escindir; Inglés science, to scint, raíz indoeuropea *skei- cortar, escindir; griego homérico esjatos, escindir; de aquí esquizo-frénico; fren diafragma, centro de todas las emociones.

En fenomenología termodinámica de sistemas naturales abiertos no ha sido posible por el momento encontrar una escala de trabajo que permita integrar todos los sistemas que se acoplan y así analizar los enlaces de encuentro para que el concepto de entropía no tienda a maximizarse como es normal en cajas adiabáticas cerradas (que sí son modelizables en laboratorio).

Estos sistemas, gracias a sus múltiples y delicados acoples (en primerísimo lugar, merced al sol), reconocen perpetuo movimiento. Esto la ciencia todavía no lo ha alcanzado a procesar. La fenomenología lo aprecia todo el tiempo y por ello su mirada va bien adelante de la ciencia.

El desafío en materia de flujos en aguas someras en planicies extremas con incorporación de calor y conciencia de las tremendas disociaciones entre sistemas con ligerísimas diferencias térmicas que abominan de la segunda ley de la termodinámica, todavía la ciencia no intuye siquiera cómo enfrentar. No ha salido del medioevo en materia de sutilezas a considerar, para simplemente resumirlas en una expresión: manifestaciones ecosistémicas.

El abismo que la ciencia ocultó por siglos en el tema de las pendientes, supera lo inconcebible. Ver /nuevo paradigma2.html Que nadie lo haya observado es inexplicable. Mostrar ese abismo hasta hoy inexplicable, eso es lo fenomenal. Y quien lo patencia por primera vez también, aunque está claro esa vivencia es personal, tiene la oportunidad de señalar a quién debe ese regalo

Respecto a esa resumida expresión "manifestaciones ecosistémicas", aquí resulta oportuno recordar el demoledor balance que de la ciencia hace Mark Sagoff:

“La ecología de los ecosistemas debe superar cuatro obstáculos conceptuales antes de que pueda considerarse parte exitosa de la ciencia ecológica:

· debe proporcionar una definición del concepto de "ecosistema" que permita delimitar de forma inequívoca los ecosistemas, clasificar los diferentes tipos de ecosistemas, y seguir los cambios en el estado de un ecosistema;

· debe identificar los criterios para la determinación de teorías y modelos de ecosistemas, y aplicar estos criterios en la investigación de los ecosistemas;

· debe proporcionar una explicación plausible de las causas de la estructura del ecosistema y la organización ;

· debe ser eficaz para ayudar a resolver los urgentes problemas ambientales.

La ecología de ecosistemas falla en los cuatro cargos .

 

Escalas ecosistémicas y su patenciación fenomenal

Para ello, los cambios paradigmáticos reconocen las fuentes insospechadas de la inducción perceptiva e intuitivo sospechar a sutil comprensión; -lo propio de una manifestación fenomenal, de una Er-scheinung, lo que media entre apariencia y aparición-, lo propio que media entre Erlebnis y Erfahrung, entre vivencia y experiencia, entre em-peiría y ex-periencia, entre transporte interior y su demorado correlato exterior; y muy anteriores a la pretensión deductiva que suele ser la última en llegar, cargando encima la aspiración a congelar todo el devenir eurístico en modelos matemáticos y correlatos santificando la intocabilidad de las leyes y la obediencia de los catecúmenos.

La mecánica de Newton sigue siendo una excelente aproximación en el contexto de velocidades lentas en comparación con la velocidad de la luz; pero resulta espantosa cuando pretende inferir energías cinéticas en planicies extremas. Sin embargo, toda la mecánica de fluidos sigue absorta con las mismas anteojeras.

No entiende en lo más mínimo cómo funcionan sus acoples. De hecho todavía sigue favoreciendo a una ola oblicua como primogénita de las energías que modelan la dinámica costera. Sigue en el medioevo mecanicista.

El fenómeno de los acoples de los escurrimientos territoriales por debajo de la arena y no por superficie, ya está planteado por la naturaleza y bien ilustrado en mis imágenes. La pérdida de arena luce bien relacionada. A los que quieran mirar por el ojo de la ciencia sólo tengo para ofrecerles imágenes que les darán tras digerirlas, los ojos vuelta .

La razón no es el principio de los descubrimientos. Estos siempre comienzan por un ¡eureka! Decir “fenómeno” o acercar su pleonasmo como “fenómeno eurístico” (sin h), es lo mismo.

Con el Amor pasa lo mismo. Es un fenómeno que mueve la Vida y no hay razón que haya logrado seguirlo o sustituirlo por un sintético.

Imaginar que la razón científica remplaza la experiencia fenomenal es ignorar o confundir las hebras a través de las cuales se nos regala la Vida.

El tener algo asegurado decía Heiddeger, significa que ya lo hemos perdido. Lo abierto se ha cerrado. Eso cerrado o perdido es la hebra que mueve su Vida en términos fenomenales: ya sean sueños, azares, pensamientos fugaces y todo lo que constituye materia vital; que no necesitamos razones para sentirnos por ellas suspirar.

A eso cerrado o perdido viene el destino a oponerle el cambio paradigmático. El logos que vino muriendo en insostenibles extrapolaciones gravitacionales hidráulicas abre nuevo camino intelectivo en fenomenología de flujos convectivos naturales internos positivos. Las imágenes nos muestran las ligaduras del agua y el fuego que ya anticipaba Heráclito sin ellas.

Comenzar a entender estos procesos desde perspectivas que nada tienen que ver con primarios mecanicismos extremos, me acerca por un momento el recuerdo de la compleja e inolvidable alegría de das Feuer und Wassermusik de Händel.

Estos concretos flujos convectivos internos naturales positivos hab sido considerados por los mecanicistas como: “turbulentos verticales”, sin avanzar en su condición de “internos positivos” pues su complejidad no sólo escapa a laboratorios, sino que volvería locos a sus modeladores matemáticos.

Frente a semejantes novedades, las cajas negras se invalidarían y tendrían que ponerse a blanquear sus contenidos. Las corridas de caudales cuyas variables se disponían como a sus modelos convenían, también entrarían en crisis. El coeficiente de Manning tampoco cargaría las virtudes que hoy carga pues las relaciones entre materia y energía guarda complejidades que exceden lo que la visión del rozamiento sugiere. El de Reynolds quedaría alelado de ver como sus servicios quedan de lado frente al desafío de las escalas que solicitan estos sistemas olárquicos abiertos. Tampoco encontrarían ayuda externa para terminar de discernir estos entuertos terminales. Nadie querría oficiar de enterrador.

En la tranquila y gozosa soledad que me ha tocado para con la exclusiva Gracia de mi Musa Alflora develar estos secretos que ya cantaba Heráclito hace 2400 años, muchas veces me he preguntado cómo harán para superar el abismo los que velan en sarcófagos “hidráulicos”, la esperanza de ver resucitar los flujos muertos.

A cambio de mirar instalaciones fracasadas obradas por el hombre, cada vez que miro por los flujos naturales vivos me sorprendo ¿¡Cómo es posible que el corredor de aguas dulces del río Zaire ignore la deriva litoral, el único que la atraviese sin saludar y viaje al fondo del océano hasta los 1800 m con su carga sedimentaria a lo largo de 125 Km en dirección al Oeste, manteniendo limpia la fosa por la que transita más allá del talud, desde antes de la última glaciación máxima. Es el único que se mueve con las dos energís: convectiva y gravitacional.

Pedirle a la ciencia hidráulica que mire estas cuestiones es imposible. Ni siquiera ha sido capaz en 200 años de mirar la deriva litoral por fuera de analogías como las de la ola oblicua. Ni siquiera ha sido capaz de advertir la función y perfección de los depósitos de borde cuspidado en los cordones litorales; ni siquiera ha sido capaz de sospechar la función de los meandros y por ello se dedicó durante siglos a rectificar sus cursos.

Ni profundizó los obligados enlaces entre la hidrología y la meteorología; ni dejó libre a la sedimentología para que hiciera sus propios caminos. Todo en las aguas se mira con el mismo catecismo de mecánica de fluidos, y siendo que en planicies extremas el único que trabaja es el sol, ni una sola línea han arriesgado al respecto.

Exprimiendo modelaciones matemáticas terminan de sellar las tapas de los sarcófagos inútiles que han construído para proponer otros nuevos más costosos. Deberíamos poner ciegos a contemplar la quietud de las aguas, pues cualquier otra criatura enloquecería viendo la inefable necedad de esas obras.

 

Entrando en fenomenologías que asisten la deriva litoral

Los soportes fenomenológicos de esta cosmovisión de las energías termodinámicas que asisten la permanencia de las playas, advierten en el soporte de la deriva litoral en su frente húmedo y en el soporte de su respaldar conformado por el seno del antiguo cordón litoral emergido, a los dos componentes básicos y hasta el momento irremplazables, de su protección.

El seno del antiguo cordón litoral ya emergido cumple la función de evitar que las escurrentías territoriales fluyan en directo al mar alterando el complejo equilibriode los flujos convectivos internos naturales positivos que sostienen la llamada “deriva litoral”; pues bastan mínimos gradientes de temperatura en el agua que accede por la superficie de las playas al mar, para modificar esas convecciones internas y transformarlas en externas; responsables estas, del robo de arenas, incluídas personas, que llevan a 90º de la línea de la costa hasta lo profundo del mar.

Los bancos de imágenes y textos correlativos a esta fenomenología son de alcanzar en varios hipertextos de mi autoría publicados en:

http://www.alestuariodelplata.com.ar/playas.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/playas2.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/playas3.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/playas4.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/convec1.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/convec2.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/convexterna.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/contrastes.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/contrastes2.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/contrastes3.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/mardelplata2.html

El más apropiado banco de imágenes luce en /playas2, /playas3 y /playas4; así como en /contrastes 2 y /contrastes3.

 

Soportes fenomenológicos a la impugnación de la pretensión de trasladar al dominio privado del Estado la franja de playa que sigue a la línea de demarcación de las más altas crecientes en el proyecto Costa Esmeralda. Ver causa I71413

Ver también por http://www.alestuariodelplata.com.ar/playas5.html

Del recurso natural: “Playa”, fruto de las interacciones entre:

a) . las delicadas energías convectivas internas presentes en la deriva litoral;

b) . los sedimentos y aguas caldas de los tributarios, exclusivamente favorecidas en sus salidas por la anterior;

c) . las convecciones atmosféricas derivadas de las energías que libera el mar desde el vientre de sus corrientes

d) . y el viento y las olas descubriendo pequeños reflejos de esas mismas energías a nivel superficial y alcanzando las costas,

e) . aunque frenadas en buena medida y en condiciones normales, por un cordón litoral sumergido paralelo a la playa

f) . y los flujos convectivos internos de la deriva litoral que lo recorren en su margen interior;

g) . ocupándose en adición, de modificar la incidencia de las olas antes de arribar a la playa.

Imagen de un corredor húmedo interior paralelo al mar; seno paralelo del antiguo cordón que completó su ciclo sumergido y ahora ya viejo sólo se ocupa de recibir escurrentías del territorio evitando que estas aguas vayan directamente al mar. Las diferencias térmicas de las aguas que escurren superficiales hacia el mar, escapando a este seno, es suficiente para provocar en la deriva litoral la mudanza de sus convecciones internas, en externas que acaban con ella y con la arena de las playas.

En la intimidad de este recurso natural “playa” descubrimos sumergido y emergido, dos senos longitudinales paralelos a la línea del mar. El primero hospeda la energía del tributario buscando de resolver su tímida pero no menos ordenada salida al mar. El segundo hospeda los flujos de escurrentías territoriales que no deben volcarse, reitero, directamente al mar pues provocarían por diferencias térmicas la mudanza de los flujos convectivos internos de la deriva litoral a convectivos externos determinantes de los procesos de erosión.

El primero está ligeramente sumergido y no cesa de recibir en su borde externo las delicadas acreencias sedimentarias de borde cuspidado que han caracterizado siempre a estas conformaciones de löss fluvial. Sus longitudes suelen alcanzar a superar los 20 Kms. Sus alturas, de 3 a 5 m. Sus anchos, incluídos su seno, van de los 150 a 180 m, siendo responsables de formidables acreencias costaneras.

En ausencia de estos recursos que contribuyen a liberar con el mayor celo y provecho estas energías, se produce la manifestación que sigue, tan común en todas las playas que han sido tocadas por el hombre.

Interrumpido por agresiones externas la delicada organización de la deriva litoral que los mecanicistas con desprecio califican como flujos turbulentos, esta muda sus convecciones internas por externas y en la foto que sigue de Necochea queda plasmada la fuga vertiginosa de arenas de sus playas. La primera interrupción de la deriva fue provocada por las escolleras de salida del puerto de Quequén.

Sin la deriva litoral protectora de las playas toda la dinámica costanera, reconociendo convexión externa, se aplica a robar arena. Ver tremebundo ejemplo de expoliación radical por

http://www.alestuariodelplata.com.ar/mardelplata2.html

La imagen que sigue mostrando esas erosiones marcadas como dientes de serrucho en la interfaz, es de las playas uruguayas vecinas a la boya de descarga de ANCAP . No sólo se roba la arena, sino a las personas. El peligro de estas playas es bien conocido. Muy simple es reconocer la presencia de las convecciones externas.

Sin embargo, nadie alcanza a interpretar la dimensión de cuidados de estos ecosistemas que no empiezan en la playa seca o en la línea de las más altas mareas, sino en el seno del antiguo cordón emergido impidiendo escurrentías directas al mar.

¡¿Cómo es posible que un hortelano acerque estos problemas y conceptualice estas internas de los encuentros y desencuentros termodinámicos entre sistemas que necesitan el uno del otro y ningún físico en dinámica costera haya abierto jamás la boca para acertar a dar una explicación; ni siquiera para mostrar imagenes comparables!?

Las dos imágenes que siguen de la boca de salida de la laguna de Mar Chiquita que se reconoce de importancia fundamental no sólo para proteger las playas de las erosiones que aquí carga, sino para mantener el ecosistema de la laguna con drenajes apropiados, luce aquí las torpezas de estos mecanicistas haciendo exactamente lo contrario que cabe al cuidado de la deriva litoral con visibles funestos resultados.

Es extraordinaria la falta brutal de comprensión de la naturaleza y función de los cordones litorales que aquí se empeñan su desarrollo en frenar cruzándole una escollerita en el camino.

Sucesivos cordones litorales que se ocuparon de sacar al mar los flujos tributarios de la gran pampa húmeda durante miles de años en los ciclos postglaciales.

En tanto veían agotada su función de transporte sedimentario y de flujos tributarios por colmatación del seno, otro nuevo cordón comenzaba a expresar su auxiliadora función.

En la zona central de la Provincia de Buenos Aires estas acreencias de Oeste a Este reconocen hasta 100 Kms de expansión.

La imagen que sigue muestra las milenarias acreencias a la salida del estuario del Caravelas al Norte de Brasil . En el centro a la izquierda se advierte una pista de aterrizaje regalando una idea de la escala de estas acreencias. La prolijidad de esas sedimentaciones de borde cuspidado en sucesivos cordones litorales que superan con holgura los 30 Kms de largo, debería permitir intuir la prolijidad con que opera el cordón sumergido que aún no está la vista.

Decir que esto es fruto de la ola oblicua es pasar por mecanicista. Decir que esto es fruto de una interfaz cargada de delicados encuentros termodinámicos es pasar el mensaje regalado de una Musa. Cada cual elija después de interesarse un poquito en estas materias.

En el seno conformado entre los bordes cuspidados de los sucesivos cordones marcha protegida la delicada salida tributaria cuyos flujos convectivos internos naturales positivos -guardando hipersincronicidad mareal en el caso del estuario del Plata-, son los encargados del transporte y ordenada precipitación sedimentaria por capa límite térmica entre las aguas internas del cordón y las externas a él.

Ese borde cuspidado responde a la delicadeza de la capa límite térmica; disociación que acompaña a todas las salidas tributarias. La imagen que sigue es la de Punta Rasa mostrando un pequeño tramo de los antiguos cordones emergidos con senos bien húmedos y la ola oblicua condicionada por los flujos convectivos; y no al revés como proponen los mecanicistas.

Nunca el hombre entendió estos procesos y por ello nunca advirtió que la forma de sacar canalizaciones tributarias no era a 90º respecto de la línea de la costa, sino decididamente dirigida a bordear la costa en la dirección apuntada por la deriva litoral.

A mitad de camino entre el desastre que proponen los escurrimientos urbanos y el soporte limitador que propone la deriva litoral, que aquí subsiste gracias a los caldos flujos que aporta al sistema la energía del Valizas.

Y digo, a mitad de camino, porque los escurrimientos urbanos directos al mar arruinan todos estos oficios de la deriva litoral enriquecida con las aguas caldas del tributario.

La imagen que sigue muestra los mayores desórdenes de salida provocados por canalizaciones en Samborombón. Un curso de agua que saca las aguas de frente es un curso de agua que se lleva de frente esa pared de la capa límite térmica que le hace precipitar su carga sedimentaria como tapón de frente a su propia salida en la forma menos apropiada y por ello la más desordenada.

Esto es lo que el Prof Dr Gregori Koff del laboratorio de Desastres geológicos de la Academia de Ciencias de Moscú les calificó a los técnicos de la Dirección de Hidráulica Provincial como el "desastre de Samborombón".

Y esa masa sedimentaria desordenada es la responsable de la gran carga de energía que asume el corredor convectivo interno Alflora que atraviesa el estuario desde Punta Piedras a Montevideo pasando entre los bancos Inglés y de Arquímides.

Valorando la función del cordón litoral emergido cuyo servicio de traslados de la salida tributaria a las espaldas de la deriva litoral ya se agotó, debemos apreciar que continuó prestando servicio para frenar las salidas directas de escurrentias territoriales al mar.

En ausencia de ese antiguo cordón emergido que fuera planchado en media horapor una motoniveladora se nos regala el fenómeno contrario a la deriva litoral: convecciones internas mudando a externas con los resultados a la vista que hablan con claridad meridiana del problema de sacar escurrentías directas al mar.

Hacerlo en forma directa es agredir las delicadezas de los flujos convectivos internos y dar un cachetazo con aguas de diferente temperatura a las que lleva la deriva litoral, provocando la mudanza del sistema convectivo interno a convectivo externo, responsable este, repito, de todas las erosiones costaneras.

Ese antiguo cordón litoral emergido es fácilmente reconocible en playas que conservan su perfil original y aún no han sido planchadas con un simple paso de motoniveladora con que suelen resolver el aparente molesto seno que acompaña a todas las playas con ligera humedad o con mínima agua; una suerte de estrecho humedal que suelen disfrutar los niños pequeños por sus elevadas temperaturas. Ese seno recibe las aguas de las escurrentías territoriales impidiéndoles la salida directa al mar; que para ello se ven obligadas a infiltrarse por debajo de la llamada playa seca para salir así atemperada al mar.

Ese perfil emergido y su correspondiente seno es lo que muestra en la imagen que sigue la zona húmeda intercalada entre la playa seca y el mar. Esa salida encubierta evita la mutación de los procesos convectivos internos, en externos.

El problema es que nuestros físicos en dinámica costera nunca advirtieron esas delicadezas y atrás de un catecismo de ola oblicua se dispusieron a llenar de escolleras el planeta. Algo así como una venda para taparse los ojos y no ver los resultados funestos que sin excepción cosecharon en todas la riberas del mar. La escala esa ceguera debe abarcar a más de un millón de mecanicistas aplicados a estos temas en todo el planeta. Por esto resulta tan dificil de creer que esta fenomenología no sea más que un sueño.

En estas imágenes aprecio regalar oportunidad a que sueñen despiertos.

El soporte primordial de estas miradas mecanicistas es la pasión por los planteos ingenieriles de las más estúpidas obranzas contra Natura: el sueño de sus sueños.

Por ello considero a la hidráulica como cruel VERDUGA; y a la minería subacuática en la planicie intermareal para generar rellenos con la aprobación criminal de la AdA destrozando subsuelos, dragando directamente en el santuario Puelches sus arenas de 2500 millones de años, como la más alta prueba de brutalidad de esta dependencia que administra autorizaciones de dragados sin conciencia alguna, en territorios donde en forma expresa el art 101 de los dec 1359 y 1549, ambos reglamentarios de la ley 8912, prohibe saneamientos de suelos para evitar precisamente estas criminales carnicerías.

Las autorizaciones de sus últimos titulares pasarán a la historia de las más bestiales impunidades y faltas elementales de criterio de esta AdA, en la que el Dec 1727/02 pretendió depositar el control de proyectos y obras hidráulicas.

Desde esta nueva cosmovisión del recurso natural “playa”, la dinámica múltiple que está presente en los brazos que asisten a estos sistemas solicita que amén de la primera porción de playa seca que comienza en cercanías de la línea de ribera de creciente máxima, se considere la necesidad de respetar el área del antiguo cordón que ha quedado planchado por el perfilado de las playas eliminando ese seno funcional al ingreso delicado de las escurrentías territoriales. Ese seno es fácil de devolver. Así como se planchó se vuelve a profundizar.

Ambas imágenes pertenecen a Costa Esmeralda. El seno en el respaldo de la "playa seca" no alcanza a frenar las entregas directas al mar porque la franja de 300 m fue invadida por fijaciones de médanos y en los 150 m restantes que queda de playa libre no hay distancia para la playa seca y el seno en su respaldar canalizando escurrimientos subsuperficiales. Que de hecho en la imagen muestran que lo intentan, pero no alcanzan suficiencia para suavizar su gradiente térmico de acceso a la deriva litoral

Y dado que las secuencias entre cordones son del orden de los 150 a 180 m, consideren a la llamada playa seca que sigue a la línea húmeda del mar, como cresta emergida del sistema de cordones y a partir de allí midan esos adicionales 150 a 180 que protejan el área que corresponde al antiguo cordón que ya se jubiló de sus primeras tareas, pero aún sigue cumpliendo otras irremplazables para el cuidado del recuso natural; que tanto debemos apuntar a la playa seca como a las dos húmedas: habilitando infiltraciones la primera; protegida por el cordón litoral sumergido y la deriva litoral que en su seno transcurre, la segunda.

En su texto la "Evolución y cambios ambientales de la llanura costera de la cabecera del río de la Plata" José Luis CAVALLOTTO, Roberto A. VIOLANTE y Fernán COLOMBO señalan:

“La presencia predominante de Erodona macroides en la composición de los cordones que conforman la llanura con cordones de playa y en los depósitos que rellenan los paleovalles antes mencionados, revela que durante la sedimentación de los mismos las aguas fueron cálidas, lo cual indica que las temperaturas de las aguas estaban por encima de los valores actuales. Esto ayuda a las consideraciones de hidrotermias y salidas por convección.

La presencia de Erodona macroides que permiten deducir mayores temperaturas no necesariamente responden a un clima más cálido, sino a las temperaturas en el seno del antiguo cordón emergido, que sobrevive como estrecho humedal.

Tal vez este trabajo de acopio de imágenes durante 5 años aproxime estos fenómenos y sus breves accesos fenomenológicos abran las puertas que dejan vislumbrar las luces del atardecer de la "hidráulica" en planicies extremas, para que santifique en algo su mirada.

La "verosimilitud" de este relato es suficiente para iluminar el amanecer de las playas a nuevas miradas de protección.

Del capital de Gracias de mi Querida Musa Alflora Montiel a la que todo este trabajo agradezco.

 

Conclusiones

Esas áreas traseras de las playas que siguen a la llamada playa seca, que alguna vez mostraron su seno que una motoniveladora planchó, pertenecen al Sr Ambiente. No son ni públicas, ni privadas del Estado, sino, repito, del Sr Ambiente.

Actor que sólo reconoce derechos y ninguna obligación; y por ello ubico por delante del Estado; contento este de enterarse que Madre Natura tiene recursos propios que el hombre sin saberlo degradó.

Dado que el decreto 3202/06 reconoce una franja de 300 mts y en ese espacio es dable ver instalados a los recursos naturales amigos que hacen posible el cuidado externo de la deriva litoral, fundamental para preservar el recurso natural “playas”, cabe a la Fiscalía de Estado cargar con la falta de criterio que sin duda es anterior a ella, pues viene del vientre de las academias de dinámica costera;

y en tanto miran por el principio precautorio del art 4º de la ley 25675 y discuten sobre la verosimilitud de estas cosmovisiones, devuelva esa franja a la propiedad del Sr Ambiente y se olvide de pasar a la propiedad privada del Estado cualquier otra franja que haya regalado para el churrete en la Costa Esmeralda a los amigos del gobernador.

Sabias palabras de Heráclito: “En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos]”. Materias estas que aprecio imaginar tienen que ver con la metáfora de la integridad humana tan llamada a dispersión “en los alrededores”; en el ambi …

Y elocuentes correlatos de los miembros del Tribunal en lo Criminal Nº 5 de San Isidro; Dres Raúl Alberto Neu, Mario Eduardo Kohan y Ariel A. Introzzi Truglia para otro emprendimiento de estos mismos de EIDICO que con una DIA trucha "los engañaron", para así levantar un amparo en la llanura intermareal de salida del Luján en Zelaya. Ver causa I 7619

"En el caso en estudio no debe perderse de vista que estamos frente al desarrollo de un emprendimiento inmobiliario de una magnitud descomunal"

"Por tanto, el régimen de aprobación del mismo quedará sometido a mayores requisitos, por lo que el celo que debe ponerse en la observancia de los mismos debe ser aún mayor"

"Es dable recordar que el dictado de medidas precautorias no exige un examen de certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo su verosimilitud"

"En palabras simples, cada palada en la tierra que se de, puede generar un daño al ecosistema de imposible reparación ulterior"

"El emprendimiento se proyecta realizar sobre un humedal..."

Ese cordón emergido planchado luego por motoniveladoras del progreso humano encargadas de liquidar ese brazo amigo sensible y protector natural de la deriva litoral, era el humedal; tan estrecho como menospreciado y por ello desaparecido.

Sin duda, aún esta en extremo sencilla fenomenología de encuentros termodinámicos entre sistemas naturales abiertos es bastante más interesante y verosímil que el nivel de máximas certezas mecanicistas que en planicies extremas nunca han dejado de fracasar.

Las riberas del mar ya son algo más especial por la cantidad de energías que en la interfaz interactúan y quedaron expresadas en las primeras líneas de este hipertexto. La novedad que estamos expresando es que también interactúan por detrás de la interfaz.

Ese trasero de las playas, es esencial a la Vida de las playas; y no es en absoluto esencial a la Vida privada del Estado que necesita de personas públicas que trabajen con la mayor sinceridad, pues eso también conlleva el espíritu de los fenómenos que nos habrán de armonizar.

Ver más fenomenologías termodinámicas por /nuevoparadigma2.html y

/nuevo paradigma3.html

Francisco Javier de Amorrortu, 24 de Febrero del 2011